Caña y nada es poco común. Caña y aceitunas, frutos secos o un pinchito es habitual. Caña y un abundante plato de cocido, de paella, de lacón con patatas, de patatas bravas, de pescaditos fritos o de pinchos variados es una rareza. Estas ‘excepciones’ en Madrid se materializan en locales llenos hasta la bandera en hora punta donde, con la cerveza un poco más cara -pero siempre a menos de dos euros-, se puede comer o cenar por dos o tres cañas. Esto es: menos de seis euros.
Sigue leyendo este artículo en La luna de Metrópoli
Esto lo estoy echando de menos y mucho. Pero mucho, mucho. En fin esto es para que no se muera el blog. A ver si me paso por aqui a limpiar un poco el local que se está quedando vacío. Además al releer este post me ha dado que pensar. Tiene toda la razón. A ver si lo pienso y vuelvo a las andadas. O a lo mejor es mejor no pensarlo demasiado y volver. Ideas hay y cosas que me dan ideas para hablar aún más. Ya veremos.
Que no esta vacío el Local, que noooooo!!!
Q estamos aquiiiiii!!!!
LO Q PASA ES que te has quedao medio sordo con tanta música q cuelgaaas!
Y no nos oyees!!
jijijijijiiji
Me gustaMe gusta