Presta atención. Ahora mismo paro. De escribir, de ordenar y de reordenar lo ordenado. También de desordenar para ordenar más tarde, para tener algo que hacer. Algo diferente a lo que de verdad tengo que hacer. Como solucionar un billete y escribir a los importantes. Y así sucesivamente. No puedo coger un avión a Amsterdam. Que pena. Pero si que puedo cantar entredientes la canción estrella de cuando ibamos de excursión con quince años toda la clase. O subirme hasta arriba del todo abrir la tapa de mi cabeza y meterme entre la marabunta de público que jalea un cantante que soy yo mismo. Gritar pegando saltos con un mini de cerveza helada en la mano eso de «espero que acabes colgando de un pino cuando veas lo imbécil que has sido…» Aunque como lo conozco bien, pues yo soy éste y el del otro lado, seguiré hasta el final con eso de «por poco acabas conmigo pero soy dificil de matar». ¿Todavía no te crees que tu peor enemigo eres tu mismo? Piensalo. El sabe tus puntos débiles. Demasiado bien.
- Hellboy atorado
Aviso: esta no es la primera, ni por supuesto la última entrega de post sucedáneos, pero como dicen los de Bilbao «semos asi». Que le vamos hacer. > La música está debajo.
Misma pesadilla aqui pero se capta mejor la idea de lo que pasa, no me deja «embedderla».
Pero que bien escribes!!!!!!!
Ayyyyyyyyyyyyyyy mi niño PerioListo
Me gustaMe gusta